Como señaló el actual Prelado del Opus Dei en su carta pastoral de abril de 2013, San Josemaría repitió en numerosas ocasiones que  el Opus Dei nació y se reforzó, por querer divino, entre los pobres y enfermos de las barriadas extremas de Madrid; y a ellos se dedicó el fundador del Opus Dei con generosidad y heroísmo, con gran empleo de tiempo, en los primeros años de la Obra. De hecho, en 1941 escribía: “no hace falta recordaros, porque estáis viviéndolo, que el Opus Dei nació entre los pobres de Madrid, en los hospitales y en los barrios más miserables: a los pobres, a los niños y a los enfermos seguimos atendiéndolos. Es una tradición que no se interrumpirá nunca en la Obra”.

Pocos años después, san Josemaría escribía: “en estos tiempos de confusión no se sabe lo que es derecha, ni centro, ni izquierda, en lo político y en lo social. Pero si por izquierda se entiende conseguir el bienestar para los pobres, para que todos puedan satisfacer el derecho a vivir con un mínimo de comodidad, a trabajar, a estar bien asistidos si se ponen enfermos, a distraerse, a tener hijos y poderles educar, a ser viejos y ser atendidos, entonces yo estoy más a la izquierda que nadie. Naturalmente, dentro de la doctrina social de la Iglesia, y sin compromisos con el marxismo o con el materialismo ateo; ni con la lucha de clases, anticristiana”.

De acuerdo con esa misma solicitud, el sucesor de San Josemaría, -el beato Álvaro del Portillo-, impulsó numerosas iniciativas sociales y educativas, -más de cuarenta en todo el mundo-, durante los años que estuvo al frente de la Obra. Aprovechó sus visitas pastorales para alentar su puesta en marcha y expresó en numerosas ocasiones que  una consecuencia natural de la preocupación por los pobres y por los enfermos debía ser la de “impulsar a promover o a participar en labores asistenciales, con las que se trate de remediar, de modo profesional, esas necesidades humanas y muchas otras”. Asimismo, a quienes fomentaban actividades de este género, don Álvaro les animaba a tener horizontes amplios y les daba sugerencias para hacerlas aún más fecundas. Vibraba con las noticias que recibía sobre ellas e insistía en que debían surgir nuevos proyectos, especialmente donde las carencias de las personas eran mayores.

El actual Prelado del Opus Dei se ha hecho eco en numerosas ocasiones del fundador, doliéndose de que el desamor y la falta de caridad con los indigentes se dé a veces también entre cristianos, de que haya vidas humanas que son santas, porque vienen de Dios, tratadas como simples cosas, como números de una estadística. Y ha impulsado a mirar a Cristo, que continúa invitándonos a que pongamos en práctica ese mandamiento nuevo del amor, mediante una respuesta de entrega a los demás.

Fruto de todo ello, además de las iniciativas asistenciales de todo tipo puestas en marcha en todo el mundo por el Opus Dei como institución de la Iglesia Católica, sus miembros, libre y voluntariamente, habitualmente con la participación de otras personas, han puesto en marcha numerosas actividades de ayuda a necesitados.

En la zona geográfica que abarca la Delegación del Opus Dei en Valencia hay numerosas actividades asistenciales y educativas puestas en marcha por miembros del Opus Dei a título personal, como el taller solidario de bicis en Valencia. Así mismo, la institución puso en marcha hace casi cuarenta años el “Centro de Formación Profesional Altaviana” y más recientemente el “Centro de Formación Profesional Xabec”. Y en los clubes juveniles del Opus Dei en la Delegación de Valencia se anima a las chicas y chicos que asisten a los mismos a implicarse en tareas de voluntariado a ayuda al necesitado y se desarrollan numerosas actividades de este tipo a lo largo de todo el año.

Harambee